Expresionismo Alemán


Fue una corriente artística surgida en Alemania en 1905, y que culminaría con el ascenso al poder de los nazis, en la década de 1930 . Buscaba la expresión de los sentimientos en su forma más completa y las emociones del autor más que la representación de la realidad objetiva. Para lograrlo, los temas se exageran y se distorsionan con el fin de intensificar la comunicación artística.
Esta corriente, no sólo dominó a las artes plásticas, a la música y a la literatura, sino que también estuvo presente en la mayoría de las producciones cinematográficas alemanas de esa época, aunque en el cine, llegó de forma tardía. En ellas preponderaba lo subjetivo que afloraba todo el universo mítico y fantástico a través de las formas y de las imágenes que reflejan un estado espiritual de angustia. Ella es la respuesta hacia un entorno que se muestra hostil, al cual el hombre no puede integrarse.

Características técnicas de las películas expresionistas

La escenografía:

Como las películas se filmaban íntegramente en estudios, se utilizaban decorados pintados para ambientarlas. Optaban por construir paisajes artificiales, para poder hacer uso de la iluminación y construir personajes y objetos. Existen vínculos profundos entre los paisajes y los seres humanos, esto se convierte en un factor dramático.

En “El gabinete del doctor Caligari” (1919) de Robert Wiene, la escenografía adquiere trascendencia. Realizada con un sentido planimétrico, las calles y perspectivas no tienen profundidad real. No se respetan los ejes verticales.

Las excepciones son “Nosferatu” de Murnau y “Metrópolis” de H.Lang, ya que estas también realizaron filmaciones en ambientes naturales.

La iluminación

Usaron el claro oscuro, que es el contraste acentuado de luces y sobras; consiste en subrayar y destacar con exceso el relieve y contorno de un objeto a las molduras de un decorado.
Los decorados se iluminan en la base, para acentuar el relieve deformado y transformado mediante una reunión de líneas. Para la iluminación se dispone de grande proyectores sobre los costados de los decorados.

El cine expresionista alemán supo sacar provecho de las sombras para connotar lo amenazante, el presagio siniestro o el destino implacable. De esta manera se convierten en símbolos.

Los personajes

Hay una influencia directa de la literatura romántica en el delineamiento de los personajes, donde se caracterizan por su ambigüedad y desdoblamiento. En todas las películas se encuentra la temática del amor; como este transforma a los individuos y les causa sufrimiento, de esta manera las películas nunca tienen final feliz.

Sus personajes son lúgubres, ocupan un lugar central en las películas a la vez que aquellos aparentemente siniestros se revelan como bastante inofensivos o viceversa.
Los personajes tienen movimientos abruptos y duros, quebrados a mitad de camino, que componen un rasgo habitual. Se produce una deformación de los gestos por medio de movimientos intensos que superan la realidad.

El vestuario

El vestuario es también, al igual que la iluminación y el escenario, un factor dramático para el cine expresionista alemán. Sus personajes visten capas y sombreros de copas. Se maquillan sus caras de blanco para dar la idea de máscaras, símbolo recurrente de los expresionistas al igual que sus manos extremadamente salientes o crispadas.

Principales obras del expresionismo alemán


El estudiante de Praga

El primer antecedente del expresionismo es El estudiante de Praga, de Paul Wegener en 1916. Es la historia del estudiante Baldwin que cede al hechicero Scapinelli su imagen reflejada en el espejo para obtener, a cambio, riquezas innumerables y a la mujer amada. Se muestran el “yo” codicioso que lo hace sucumbir a tentaciones diabólicas y el otro “yo” bueno, que el ha traicionado, revelando con ello el miedo del individuo ante la emergencia de sus deseos ocultos y haciendo que los alemanes se den cuenta que el cine puede ser el médium de excelencia de su angustia romántica.
Henrik Galeen hace la segunda versión (1926), acomodándose en el psicoanálisis y abandonando la ambigüedad de la primera.

El gabinete del doctor Caligari

Un paradigma de del cine expresionista Alemán fue El gabinete deldoctor Caligari de Robert Wiene (1919), película que sentaría las bases de este movimiento llevado al cine. La película narra cómo dos amigos visitan una feria. En ella, un tal Dr. Caligari anuncia a alguien que es capaz de adivinar el futuro. Uno de los dos amigos le pregunta al vidente hasta cuando ha de vivir, a lo que el adivino (Cesare) le contesta que no pasará de esa noche. Efectivamente, el joven amanece apuñalado en su propio cuarto. El otro amigo comienza a investigar al adivino y al siniestro doctor para averiguar la verdad sobre lo ocurrido. La idea de los guionistas era la de denunciar la actuación del Estado alemán durante la guerra.
Robert Wiene, el director, añadirá dos nuevas escenas al guión, una al principio y otra al final, que cambiarán todo el sentido de la historia, pues se convierte en el relato imaginario de un loco que cree ver en el director del hospital psiquiátrico en el que se halla el terrible doctor Caligari.
Será junto al personaje de Charlot, el primer gran mito de la historia del cine. Los críticos franceses acuñaron la palabra caligarismo para designar las películas alemanas de la nueva estética.


Nosferatu

Una de las películas cumbres del movimiento fue Nosferatu, de Friedrich Murnau. Se presentó en el zoológico de Berlín (1922), y a causa de la censura, se tuvieron que cortar algunas escenas consideradas macabras, hasta se tuvo que realizar una redición del filme original.

Es una adaptación furtiva del texto de Stoker (Drácula), al que sus creadores modificaron tanto el título como el nombre de sus personajes, pero ello no evitó que la viuda de Stoker les llevara a juicio por plagio y ganara; lo que obligó destruir las copias. Sin embargo ya se habían vendido algunas copias a EE.UU y a algunos países europeos, lo que permitió que la película sea popularizada recién el 1972, cuando sale por primera vez en video.
Murnau, respetando y a la vez renovando las claves estéticas del expresonismo germánico, consiguió plasmar la terrible personalidad del conde y sus inquietantes atributos: un cuerpo rígido, rostro decrépito, orejas de rata, cabeza calva, dos colmillos y largas uñas.


Metrópolis

Otro icono del movimiento, fue Metrópolis de Fritz Lang (1926). Esta película es una adaptación de una novela de la esposa de Lang (Thea Von Harbour), que hace referencia al asombro de este director cuando vio por primera vez los enormes edificios de Nueva York
Metropolis fue concebida como una gran producción de 205 minutos. Con un rodaje de 2 años y con un presupuesto de más de 5 millones de marcos de la época, el filme se convirtió en el más caro de su tiempo y llevó a la ruina a la poderosa Productora nacional UFA.


Actualmente aun se pueden encontrar retazos de esta corriente artística en algunos directores contemporáneos. Uno de ellos es Tim Burton. El cine de Burton posee claramente unas bases expresionistas con un toque gótico. Este director estadounidense ha sabido trasladar hábilmente y con éxito a nuestros tiempos la estética expresionista de principios de siglo. Ya en sus primeros cortometrajes se pueden observar claras similitudes con el movimiento cinematográfico expresionista. Los temas, el tratamiento de los escenarios, la estética, los personajes, todo hace una clara referencia a este estilo. Pero la carrera cinematográfica de Burton ha evolucionado como director y con ello su cine.



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